Tengo tantas palabras
Tantos gritos dormidos,
Tantas cárceles quietas
Sumidas en silencio.
Los ecos del olvido
Acusan sin descanso,
Una maraña oscura
De agresiones y miedo.
Yo voy por las orillas
buscando en los despojos
alguna sangre viva
para alzar la osadía.
Voy a enjugar tus lágrimas
Y el dolor de tus ojos,
Devolver la esperanza
A tu alma raída.
Gime la soledad
Murmura la nostalgia,
Es apenas audible
Tu reclamo postrado,
El llanto por los muertos,
El clamor de tu pecho
Que se prendió a la lástima.
Niños, mujeres, hombres,
Sin destino,
Sin piedad devastados
Por la soberbia misma del oprobio.
La dignidad perdida,
Perdido hasta el asombro.
Los dueños de la nada
Te aniquilan.
El sol saldrá mañana
Es preciso creerlo
Si juntamos las manos
Si alzamos la plegaria,
Si entendemos que el tiempo
Es solo tiempo,
Podremos hallar luz
Detrás de la tormenta.
Cuando soplen los vientos
De justicia,se nos abrirá el cielo
Con su gracia bendita.
Antonio Cristobal Pourrère
Argentina.
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