Como brazos abiertos
recordamos la primera
puerta.
Cruzando por la última
vez
la puerta de salida
nos sentimos volubles
a la crueldad mundana.
La puerta cierra las paredes
los sueños, el dolor, el amor.
La puerta nos hace pensar
en una ausencia
pero también en nueva conquista
de regreso al hogar.
Teresinka Pereira