La posibilidad de frecuentar el arte, a través de la
escritura, nos da a quienes amamos esa forma de expresión, no solamente una
oportunidad personal de comunicación, sino algo de lo que quizá no tengamos
conciencia .El mundo nuevo que un relato, una poesía, presenta al lector, la
etérea, inmaterial docencia que sin condiciones se ofrece a aquel, que en plena
libertad, puede cerrar el libro, da la posibilidad al escritor, de ir
incorporando al mundo, mensajes que, en definitiva pueden renovar ideas,
conductas, ideales.
El impulso de escribir, responde a una búsqueda interior que
puede interpretarse, sobre todo en el área de la poesía, como el deseo de
compartir lo bello y profundo del sentimiento humano, el inmenso caudal emotivo
de las emociones, transitando sensaciones y vivencias, enriquecidas en su
tránsito por los profundos vericuetos de la imaginación.
También el escritor, necesita manifestar la inconmensurable magnitud, de un dolor
profundo, de una angustia insoportable, de la decepción sin vuelta, en inconsciente deseo de liberación…
La crítica bien intencionada, es también un aporte a la
cultura, documentar los acontecimientos de nuestro tiempo, es un modo de
facilitar los datos históricos que
alerten la interpretación de futuras
generaciones.
El poema, el cuento, pueden llegar a colmar una vida
solitaria, detrás de la ficción, se advierten a veces realidades desprendidas
de un relato bien escrito, la lectura de grandes poetas y escritores del
pasado, seguirán enriqueciendo el
espíritu de futuras generaciones, que, aún inmersas en adelantos tecnológicos,
científicos , humanísticos, individuales o colectivos, necesitarán de la
poesía.
Pero también, como el insecto rastrero, que busca los
despojos y en ellos se regodea, como el vil frecuentador de los más recónditos
albañales, que se siente a gusto, en la pestilente laguna, así también, hay
escritores, que bucean en la vulgaridad, para complacer al ave de bajo vuelo…..
Cada cual, elige…..
¡Pero hay tanto que explicar
desde la interioridad del ser, tantas alturas que escalar desde la
recóndita esencia del pensamiento, hasta convertirlo en mensaje trascendente,
que la vigencia de la literatura, está garantizada, en tanto y en cuanto, la
creación, busque sus cauces!!
ELSA SOLÍS MOLINA