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miércoles, 30 de mayo de 2012

"TERCER OJO" Un Poema de Irene Mercedes Aguirre





Se encuentra adormecido, sosegado, distante....

Con hacerme pequeña a veces he soñado

para atrapar la huella de la salada lágrima

que el tiempo evaporara por su cauce olvidado.



Fabulo que es posible despertar los tambores

adormecidos dentro del racional cerebro,

golpetear a las sienes, reclamarle verdades

de ese escondido fondo que intuyo y que celebro.



¡Quisiera que los mudos, riesgosos vericuetos

contasen sus misterios!¡Quisiera oír las verdades

de ese submundo lleno de majestad oculta,

de elevación y gozo, de fuerza y tempestades!



¡Quisiera ir al pasado, al fondo de los siglos

y seguir, y seguir, hasta el propio comienzo!

¡Percibir su mirada, verlo cómo se abre

y su luz ilumina esos mundos que pienso!



Para él, las referencias no serán, todavía;

no habrá ni tiempo dado ni espacios conocidos,

y hasta las dimensiones tenderán a angostarse

fundiéndose en un punto pequeño, detenido,



sin recuas de agonías ni esplendores fugaces,

sin hechos precedentes, tampoco subsequentes

¡Sólo el ojo mirando con diáfana pureza

en el constante AHORA, perpetuo, de la mente!



Crisálida en capullo, alborear de alas puras,

voz del alma en un canto, espíritu encendido

¡Aunque las mutaciones te sellaron el párpado

tu visión silenciosa del todo no se ha ido!



¡Porque te hallas presente en la voz del poeta,

como reminiscencia de las míticas horas!

¡Como señal grabada sobre nuestra conciencia,

por fantasmas huidizos, aherrojados ahora!





Aguirre, Irene Mercedes, de su libro Territorios del alma, Ediciones La Ciudad, Buenos Aires, 2000, pp. 42-43