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miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Cuánto puede soportar la Tierra?








NUEVA YORK.- Los primeros mil millones de personas se acumularon lentamente, desde los orígenes de los humanos hasta comienzos de 1800. Sumar los segundos mil millones llevó alrededor de 120 años. Después, en los últimos 50 años, la humanidad más que se duplicó, pasando de tres mil millones en 1959 a cuatro mil millones en 1974, cinco mil millones en 1987 y seis mil millones en 1998. Este ritmo de crecimiento poblacional no tiene precedente histórico.


¿Puede la Tierra abastecer las necesidades de 7000 millones de personas y de los tres mil millones que se agregarán hasta fines de este siglo? ¿Es el enorme aumento en edificios, ciudades, consumo de materias primas y residuos compatible con la dignidad, la salud, la calidad ambiental y la ausencia de pobreza?


Para algunos, el mayor desafío -porque es el menos visible- es dejar de lado finalmente la visión de que tener una gran población representa poder y prosperidad.


Esta visión fue respaldada durante milenios. Los mercantilistas del siglo XVI al XVIII equiparaban una población creciente con mayor riqueza para sus países: más trabajadores, más consumidores, más soldados. Al aumentar la fuerza de trabajo se deprimían los salarios y crecía la riqueza del rey. "El número de personas hace la riqueza de las naciones", decía Federico El Grande.


Esto tenía sentido en sociedades que podían padecer mortalidad catastrófica por hambrunas, plagas y guerras. Pero ya no es útil ahora que el consumo y la contaminación se extienden por el planeta.


Pero tampoco están justificadas las profecías de Thomas Malthus y sus seguidores, que creían que el crecimiento de la población iba a conducir a la desaparición en masa. De hecho, el mundo es capaz de alimentar, dar cobijo y enriquecer a mucha más gente. Entre 1820, en el amanecer de la era industrial, y 2008, cuando la economía mundial entró en recesión, la riqueza per cápita aumentó once veces.


La expectativa de vida se triplicó en los últimos miles de años a un promedio mundial de 70 años. El promedio de hijos por mujer descendió a alrededor de 2,5, la mitad de los cinco que tenían en 1950. La población mundial está creciendo al 1,1% anual, la mitad de lo que lo hacía en los años sesenta.


Pero también hay muchas malas noticias. Casi la mitad del mundo vive con dos dólares diarios o menos. En China, es el 36% de la población; en la India, el 76%. Más de 800 millones de personas viven en villas miseria. Un número similar, principalmente mujeres, son analfabetos. Entre 850 y 925 millones de personas experimenta inseguridad alimentaria o malnutrición crónica. En gran parte de Africa y del sur de Asia, más de la mitad de los chicos no alcanzan la talla que deberían por hambre crónica. Aunque el mundo produjo 2300 millones de toneladas de cereales en 2009-2010 (suficientes calorías para alimentar a entre 9000 y 11.000 millones de personas), sólo el 46% fue para las personas. Los animales domésticos recibieron el 34% de la cosecha, y el 19% se destinó a biocombustibles, almidones y plásticos.


Las demandas humanas al planeta crecieron enormemente, aunque la atmósfera, los océanos y los continentes no son más grandes ahora de lo que eran cuando aparecieron los humanos.


Hoy, más de mil millones de personas viven sin una adecuada provisión de agua fresca. Alrededor de dos tercios del agua dulce se utilizan en la agricultura. Y en el próximo medio siglo la escasez de agua será significativa en el norte de Africa, la India, China, parte de Europa, el este de Australia, los estados occidentales de los Estados Unidos y en otras partes del mundo. Los cambios climáticos incrementarán el agua disponible para la agricultura en América del Norte y Asia, pero la harán disminuir en América latina y el Caribe. Algo similar podría decirse de la sobrepesca, y las emisiones de dióxido de carbono y nitrógeno a la atmósfera.


¿Adónde nos está llevando todo esto? Veremos enormes cambios, más declinación en el número de hijos por mujer, familias más pequeñas, creciente población longeva y más megalópolis.


La División de Población de las Naciones Unidas anticipa que habrá 8000 millones de personas en 2025, 9000 millones en 2043 y 10.000 millones en 2083. La India tendrá más personas que China después de 2020, y el Africa subsahariana tendrá más población que la India antes de 2040.


En 1950, había aproximadamente el triple de europeos que de africanos subsaharianos. En 2010, había un 16% más de africanos que de europeos. En 2100, de acuerdo con las Naciones Unidas, habrá casi cinco subsaharianos por cada europeo.


Se espera que la población urbana de los países en vías de desarrollo crezca un millón de personas cada cinco días hasta por lo menos 2030. Y alrededor de casi la mitad del crecimiento de la población urbana ocurrirá en ciudades de menos de 500.000 personas.


En 1950, por cada persona de 65 años o más había más de seis chicos menores de 15. En 2070, las personas añosas serán más numerosas que los chicos de menos de 15 años, y habrá sólo tres personas en edad laboral por cada dos personas menores de 15 o mayores de 65. Las presiones para atrasar la jubilación aumentarán.


Debemos aumentar la probabilidad de que cada chico que nazca sea querido y cuidado, conservar más y hacer un uso más sabio de la energía, el agua, la tierra, las materias primas y la diversidad biológica. De allí que tenemos que medir nuestro crecimiento no por el número de personas que habitan la Tierra y no por el PBI, sino por cómo satisfacemos sus necesidades básicas; por cómo impulsamos la dignidad, la creatividad y la cooperación.


Biólogo matemático y director del Laboratorio de Poblaciones de las universidades Rockefeller y Columbia

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